Marc Márquez gana el duelo del Siglo

Marc Márquez aguantó la embestida de Dani Pedrosa y se hizo con su 7ª victoria del año, sobre siete carreras, la más difícil de todas. Los dos de Honda-Repsol cambiaron posiciones cuatro veces en la última vuelta y al final Dani tocó con  su rueda delantera la trasera de Pedrosa a falta de 6 curvas. Pedrosa evitó caer, pero hizo una pequeña excursión que Valentino aprovechó para acabar segundo. Una maniobra que ya se vio anteriormente, a media carrera, a final de recta: en aquella ocasión fue Márquez quien tocó la rueda de Rossi, entonces líder.

Este GP de Catalunya ha sido, sin duda, la mejor carrera en años.
La cara de Dani Pedrosa al llegar a pie de podio era un poema. Mientras sus mecánicos lo aplaudían a rabiar, el de Castellar casi pedía disculpas por no haber ganado. Esta era la carrera que Dani quería ganar sí o sí y jugó hasta el final sus bazas, con audacia. Pero no pudo ser.

Todo un contraste con la alegría que demostró Marc Márquez bailando 'samba' y chutando un balón, que firmo previamente, a la tribuna.

Y la cara de desconcierto de Valentino que no entendía porque a falta de 9 vueltas Marc y Dani levantaron su mano, pusieron la moto en vertical y le dejaron pasar unos metros después de que ambos le hubieran superado. Vale pensaba que pedían interrupción de carrera o algo así. La realidad es que las dos Honda superaron a la Yamaha  bajo bandera amarilla y le restituían posición para evitar una penalización. Rossi no se había enterado y a final de carrera hubo alguna duda sobre si se aplicaría una penalización.

Este instante permitió que Jorge Lorenzo, que había perdido rueda del trío, les volviera a alcanzar. Nos brindaron entonces las mejores vueltas posiblemente vistas nunca en la categoría grande del motociclismo. Pero Lorenzo no pudo aguantar el tipo hasta el final y quedó descolgado.

Los cambios de posición en cabeza fueron constantes, si bien Valentino Rossi llevó casi siempre la voz cantante una vez superó a Jorge Lorenzo tras las tres primeras vueltas. A partir de ese momento Lorenzo quedó en cola del pelotón, mientras las dos Honda-Repsol y Rossi peleaban. Las apuradas de frenada eran espectaculares. Uno adelantaba a la entrada de la curva y era superado en la salida o en la contracurva. Y si no se podía intentar por el interior, siempre quedaba el exterior para intentar superar el rival.

La última vuelta fue de infarto. Pedrosa quería ganar, si o si. Márquez no estaba dispuesto a permitírselo. Los dos se lo jugaron el todo por el todo. No era la victoria, sino el honor lo que se jugaban. Lorenzo legó cuarto, lejos. Bradl, quinto, y Aleix Espargaró firmo un sexto puesto espectacular con su Yamaha Open, por delante de su hermano Pol.



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