PORTO ALEGRE, Brasil (AP) -- El primer gol con la ayuda de la tecnología asistió a Francia a una contundente victoria 3-0 ante una Honduras que debió haber sido menos hosca y tener más ambición en su debut de la Copa del Mundo.
Luego que un penal cobrado por Karim Benzema adelantó a Francia en el epílogo del primer tiempo, el Mundial puso a prueba la tecnología que ayuda a los árbitros para determinar si el balón efectivamente cruzó la raya de gol.
Y lo fue, a los 48 minutos, cuando Benzema remató de zurda un centro servido desde la derecha. La pelota pegó en el segundo palo sin traspasar la raya, pero luego rebotó en el portero hondureño Noel Valladares y fue un autogol. El arquero intentó sacar el balón, pero ya era muy tarde.
Cada arco tiene siete cámaras apuntadas sobre la raya para determinar si una pelota cruzó la línea. El árbitro brasileño Sandro Meira Ricci, al igual que todos los árbitros en este Mundial, utilizan un reloj especial que recibe una señal y le indica si el balón cruzó, como sucedió en este caso.
Benzema acabó por sentenciar el partido a los 72, esta vez sin dejar ningún tipo de recelo, con un remate cruzado y violento que infló la red.
Fácil trámite para Francia, favorito en el Grupo E pese a que no tiene la condición de cabeza de serie.
Aparte de plantear un partido de pusilánime, en el que apeló al contragolpe, Honduras se complicó más al quedarse en inferioridad numérica por la expulsión de su volante Wilson Palacios por doble amonestación tras cometer la falta sobre Paul Pogba que derivó en el penal ejecutado por Benzema.
"Fue un partido anormal de todos modos, te expulsan un jugador tan rápido", comentó el técnico de Honduras, Luis Fernando Suárez. "Después creo que ellos hicieron las cosas mejor que nosotros".
Los himnos nacionales no se entonaron en los parlantes del estadio estadio Beira-Rio de Porto Alegre.
La FIFA no comunicó de inmediato el por qué no se pudieron escuchar previo al inicio.