¡Oh sorpresa! :Tenemos a dos equipos
empatados y su perseguidor se encuentra a un juego de
distancia.
Una combinación de victorias de
Leones y Águilas materializaría el triple empate.
Ante un eventual triple empate se
procedería de la manera siguiente:
El equipo que haya ganado la serie
particular a
los otros dos, pasa automáticamente a
la final. ¿Qué tenemos en esta ocasión? En ninguno de
los virtuales escenarios hay un equipo
que le gane la serie particular a los otros dos.
¿Qué hacer ante esta situación? Se
acude al método de General Run Average. Se obtiene dividiendo las carreras
anotadas entre las carreras permitidas y
multiplicando por 100 el resultado. Por
ejemplo: Los Gigantes han anotado 70 carreras y sólo
han permitido 73. Esa división da
0.9589, que multiplicado por 100 resulta en 95.89 de General
Run Average.
Al día de hoy, esta es la situación:
Equipos Carreras Anotadas Carreras Permitidas
General Run Average
Gigantes del Cibao
54
56
96.42
Tigres del Licey
56
74
75.67
Águilas Cibaeñas
67
70
95.71
Como ilustra arriba, es casi imposible
que Licey tenga un General Run Average superior al de
Gigantes o Águilas restando solamente
un partido. Si las Águilas ganan mañana encabezarían
el listado,pues es minúscula la
diferencia entre ambos. ¿Qué importancia tiene encabezar el
listado? Sencillo, quien lidera el
encasillado pasa directamente a un partido final (como dueño
de casa) ante el triunfador entre los
otros dos equipos, quienes se enfrentarían en un partido
de muerte súbita el sábado.
En otro caso, de perder Licey y ganar
Gigantes, se celebraría un partido extra en San Francisco
de Macorís, por ellos poseer mejor
General Run Average que Licey.
Una situación nunca antes vista en
LIDOM la del posible triple empate.
“El destino baraja y nosotros jugamos.”
Arthur Schopenhauer.
Autor: Arving Gonzalez