4º trono consecutivo para la República Dominicana

La República Dominica prolongó su hegemonía en el Mundialito por la integración. El torneo no conoce más ganador en sus cuatro ediciones.

Los centroamericanos se coronaron como el mejor equipo después de ofrecer unas actuaciones tan inapelables como plásticas. En el último paso hacia el título desarboló a Ecuador, excepcional competidor que repite la plata de 2008.

Alfonso Seoane, director general de la Fundación 2014, Carlota Castrejana, directora general de deportes de la Comunidad de Madrid,Manuel López Quero, director general de la Fundación Deporte Joven y Mario Cross, consul de la República Dominicana en Madrid, fueron los encargados de presidir una entrega de trofeos y premios final con la que se pudo el broche de oro a la cita.


República Dominicana triunfó una vez más

La rumba que caracteriza el ataque centroamericano se vio esterilizado por la solidez defensiva de los ecuatorianos. El ejército interior de Ecuador fue un martilló pilón para los fibrosos tricampeones, que, ante la ausencia de tino desde la larga distancia, se obligaron a fiarse de su imperial físico para anotar en las inmediaciones del aro. Pero el triple poste torpedeó cada intento dominicano de anotar en la pintura. Aún sin la sonrisa que ha acompañado cada actuación de República Dominicana durante el torneo, solventaron la superioridad reboteadora de su rival en el primer acto (17-20).

Cada rechace en el aro dominicano se traducía en una batalla con hasta seis jugadores enfrascados en atrapar el tesoro. Ecuador mandaba tantos efectivos a esa tarea que descuidaba el balance para disfrute de los eléctricos centroamericanos, que se desperezaron dando rienda suelta a sus prodigiosas piernas. Y en cuanto el choque adquirió velocidad, los dominicanos se sintieron en su hábitat natural (23-35). Desactivaron el ataque de su rival, que comenzó a impacientarse ante la ausencia de soluciones al sudoku defensivo planteado por República Dominicana.

El oro bien merecía una reacción ecuatoriana, pero la avidez de los centroamericanos no concedió el más mínimo conato de remontada. El porcentaje de ambos cayó en picado y la final se aletargó a pesar de la perseverancia de los postes de Ecuador. La franja que separaba a República Dominicana de su cuarto cetro se estableció en la docena de puntos. La última bala que gastaron los ecuatorianos consistió en cambiar la zona por un defensa individual. Pero con más de medio botín en sus manos, los tricampeones apostaron por ralentizar el juego y solidificar su renta para desánimo de su contrincante, que ya no logró reducir el déficit por debajo de la decena.

FEB.COM

Related Posts: