Nets Reciben a Deron Williams

Finalmente, Mikhail Prokhorov emuló a Mel Gibson en Maverick y lanzó la carta guardada al centro de la mPara los Nets, esta situación es bien distinta respecto al primer objetivo que era Anthony, un anotador impecable en el puesto de alero, capaz de darle soluciones inmediatas al equipo de Avery Johnson.

Williams es un armador de primerísima línea -quizás, junto a Chris Paul, Derrick Rose y Rajon Rondo, de lo mejor de la NBA- que funciona como catalizador de sus compañeros. Todos los jugadores de básquetbol del mundo, malos, mediocres, regulares, buenos, muy buenos y excelentes, desean estar al lado de un estratega de semejante calibre, por la simple razón de que estar cerca de él es mejorar sistemáticamente sus planillas desde lo individual y los resultados en una mirada como equipo.

Por lo tanto, para Prokhorov, contar con Williams tiene varias aristas positivas. D-Will no sólo funciona como una estrella per se, sino que sirve como anzuelo para contratar a un futuro colega estelar a su lado y una garantía para exprimirle todo el jugo a Brook López en la zona de internos.esa.

La apuesta por Carmelo Anthony se perdió, pero la llegada de Deron Williams al equipo, procedente de Utah Jazz, puede terminar siendo más significativa a futuro para un roster que necesita reconstruir desde su cerebro.

Empecemos por desmenuzar el acuerdo que, en principio, involucra a tres franquicias: New Jersey Nets, Utah Jazz y Golden State Warriors.

En principio, Derrick Favors y Devin Harris, más un par de picks de primera ronda de Draft, viajarían a Salt Lake City, mientras que los Nets enviarían a su vez a Troy Murphy a Golden State por Brandan Wright y Dan Gadzuric.

En principio, esa es la letra grande del acuerdo, pero para poder entenderlo un poco mejor tenemos que traer la lupa y empezar a mirar bien de cerca.

Desde la partida del veterano Jerry Sloan del banco de Utah -en la que se apuntó a Williams como el gran culpable tras una discusión en pleno juego- el base estrella no se sentía a gusto en el equipo. Incluso, se hablaba que Williams iba a esperar hasta el verano de 2012 para irse como agente libre, por lo que un acuerdo de este tipo le ahorró al Jazz una buena dosis de novela larga, extendida y cargada de lágrimas sobre los pañuelos de fanáticos, medios de comunicación y directivos.

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