De Grado conoce bien los límites de su equipo, capaz de tumbar a cualquier rival cuando apela al espíritu de grupo, preparado para apretar los dientes hasta el último segundo.
El encuentro, que parecía de ida y vuelta, se mantuvo fiel a ese guión. Ni un instante para respirar en la cancha, y un metro mara tomar aliento. Con Rocchia fuera de juego por lesión, la peor noticia de la noche podía ser que el Burgos encontrara la fórmula para ponerle grilletes a Many Quezada.
Con el marcador puesto 'a cero' Casadeval insistió en la defensa individual, en evitar "las prisas y la ansiedad". Esa era, junto con la "agresividad" la 'fórmula mágica' para acabar con un León ahora sí preparado para dar una nueva sorpresa en la Liga LEB.
Y contra todo eso León propuso lo que tiene: corazón, revoluciones y un intenso trabajo en cada rebote. La guinda hubiera sido poder disponer de tiro y acierto. Pero de eso hubo muy poco, realmente.
En los primeros cuatro minutos del último cuarto los aficionados presentes en el pabellón apenas pudieron ver un punto. Tremendo. Quezada se dejó ver mínimante en el siguiente paso y León asomó de nuevo la cabeza en el electrónico (49-51). A cinco minutos para el final, todo era posible.
En el momento clave, cuando había que templar los nervios, Seawright se dejó ver de nuevo (52-57). El encuentro, en todo caso, parecía abocado a un final trepidante.
El final
En los momentos más críticos Bernabé puso la brújula a funcionar y dejó al equipo preparado para dar una nueva campanada dentro de la segunda liga del baloncesto nacional. León entró en el último minuto con tres puntos de ventaja (56-59) que Chus Castro se encargó de anular.
Manu Gómez puso a Burgos por delante tras un incomprensible resbalón de Bernabé en la publicidad central de la cancha de juego, aunque Quezada remendó la situación (61-61, a 25 segundos para el final).
Lorant anotó en la continuación una canasta 'de dos' que parecía clave (63-61) dejando a León con apenas nueve segundos para buscar una prórroga o una victoria en el límite.
Nada de lo planificado, sin embargo, dio resultado. Quezada, que no tuvo su día disparó al aire el último balón. Quezada termino con 10 puntos y 2 asistencias.
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