No lo dice. No quiere dar pistas. Pero Jorge Lorenzo parece tener bastante claro que seguirá en Yamaha las dos próximas temporadas. El balear ya sabía que la renovación de Valentino Rossi estaba hecha antes del GP de Catar. También él tenía la propuesta de la marca sobre su mesa: "El mejor contrato de la parrilla", precisa su manager Albert Valera. No les gustó el momento elegido por la fábrica para anunciar a Rossi: "No era el momento, queríamos que Jorge estuviera tranquilo para la carrera. Podían haberlo hecho público el lunes". Aún así tanto Lorenzo como su representante aseguran que la anticipación de la firma de Valentino no va a cambiar ni influir en la decisión del tricampeón del mundo de MotoGP, que podría confirmar su futuro en Jerez.
Lo que sí ha cambiado es la estrategia de Lorenzo. Ahora ya no tiene prisa. "Soy el campeón y como tal, puedo esperar y decidir", afirma dejando una puerta abierta a otras marcas. Recien llegado de Catar, donde el domingo conquistó una gran victoria para abrir el campeonato con máxima confianza -también importante en clave de renovación-, Jorgeha reiterado que le gustaría retirarse en Yamaha, que es su prioridad, donde está cómodo. "No es verdad que me siente infravalorado", zanja. Pero al mismo tiempo se deja querer. Y no solo por Ducati, -que, dicen, tiraría la casa por la ventana para ficharle-, también Honda o Suzuki.
Lorenzo, que ha asistido a un acto para presentar su acuerdo comercial con Porsche y ha recibido un Cayenne S Híbrido, ha reconocido que "ofertas de verdad, por escrito, solo tenemos la de Yamaha. Pero llegarán más. Como piloto competitivo que ha luchado por el título los últimos años, al final las marcas fuertes siempre hablan con los pilotos fuertes.Vamos a ver si hay más ofertas los próximos días. Se podría incluir Honda o Suzuki, no se descarta nada. Hay que estar abierto a todas las posibilidades", ha subrayado.
Y para tomar esa decisión se basa en tres parámetros: "Hay tres factores, lacompetitividad de la moto porque estoy aquí para ganar, y luego otros dos aspectos como el económico y el cariño y confianza que te pueda dar el equipo. A partir de ahí debes decidir lo que te conviene y en pocos días o semanas decidiremos qué hacer con mi futuro", ha añadido Lorenzo.
Rossi dijo en Catar que "para ir a Ducati hay que tener cojones, por eso creo que Lorenzo se quedará en Yamaha". Una llamativa sentencia que no parece surtir ningún efecto enLorenzo: "Siempre he sido el capitán de mi vida, tanto profesional como personal, y ninguna declaración de nadie (Rossi) que no tenga cerca me puede influenciar o hacerme cambiar o decidir qué es lo que voy a hacer. Sigo por mi camino y a ver qué sucede en el futuro", ha comentado Jorge.
Tampoco le importa, asegura, el hecho de que Yamaha haya renovado antes a Rossi. "No ha cambiado nada por lo de Rossi, lo ilógico es que se renueven ahora los contratos. Lo ilógico era adelantar tanto, fui yo quien impulsó esto para estar más tranquilo, pero al final otros siguieron mi planteamiento. Normalmente se tiene hasta Brno para decidir". Lorenzo también ha matizado que "nunca he dicho que me falta cariño por falta de Yamaha o que me siento infravalorado. De momento estoy muy bien en Yamaha, tengo una gran moto y me siento valorado. Me quedan muchos meses y quizá más años. Llevamos una carrera de 2016, la hemos ganado, e intentaremos ganar la siguiente".
Por último, Lorenzo ha valorado su victoria en Catar como "un primer paso" pero ha advertido que el campeonato no va a ser un camino de rosas para él: "Antes de la salida lo veía crudo. Márquez tenía un gran ritmo y las Ducati aquí van muy fuertes. Fue una victoria muy luchada, quizás una de mis tres mejores carreras. Esperemos que en los circuitos con curvas reviradas las Yamaha y las Honda podamos sacar tiempo a las Ducati, pero éstas están más cerca cada año".