El escándalo de corrupción y sobornos que asola a FIFA desde hace unos meses y que convirtió al organismo en el protagonista, muy a su pesar, de la industria del deporte por dicho motivo desde la segunda mitad del año pasado en adelante, ha comenzado a tener consecuencias no ya a nivel de reputación o de daño a su propia imagen sino, también, a nivel económico, un motivo que sí que puede hacer tambalear definitivamente los cimientos de una organización que lucha por tratar de instaurar una nueva etapa de transparencia total y absoluta con su recién elegido presidente, Gianni Infantino, al frente, algo que en boca de muchos expertos alberga demasiadas dudas.
FIFA presenta pérdidas millonarias en 2015
La FIFA ha hecho públicas hace tan sólo unas horas las cuentas correspondientes al ejercicio 2015, unas cuentas que arrojan unas pérdidas de 122 millones de dólares debido, en su mayor parte, a los"acontecimientos sin precedentes que tuvieron lugar", según ha precisado el propio organismo aunque matiza que se prevé "incrementos importantes de objetivos financieros a medio plazo".
A pesar de ello, desde el organismo se considera que las reservas de dinero de la organización han permitido poder hacer frente de manera solvente a la llegada de tos resultados y confía que con las reformas en curso puestas en marcha se ayudará a restablecer la imagen de la entidad y retomar la confianza de los organizadores para poder alcanzar los objetivos de presupuesto previstos para el ciclo 2015-2018.
Primera vez desde el año 2002
Según dicho informe hecho público por FIFA en el día de ayer, es la primera vez, desde el año 2002, que el máximo organismo rector del fútbol mundial presenta un resultado económico negativo que afecta de manera tan considerable a sus cuentas.
Así, en comparación con el primer año del ciclo anterior, 2011-2014, los ingresos se incrementaron en 82 millones de dólares para alcanzar los 1.152 millones, atribuído dicho aumento a las ventas de los derechos de retransmisiones de competiciones organizadas por el organismo. Sin embargo, el gasto en comparación con ese año 2011 se disparó en 240 millones de dólares para situarse en los 1.274 millones, como consecuencia de un importante aumento del presupuesto para gastos de desarrollo y los costes más elevados de la organización de esas mismas competiciones. Pero sobretodo, como consecuencia de esos gastos imprevistos en honorarios legales y en costes para las reuniones extraordinarias que ha habido que poner en marcha.