Cuando Mike Krzyzewski, seleccionador de Estados Unidos, anunció la convocatoria para la Copa del Mundo de España la sensación en el público general fue que el equipo norteamericano traía a su versión C. No estaban LeBron James, Durant, Blake Griffin, Chris Paul… ni un largo etcétera. De hecho, de los 20 mejores jugadores de la temporada 2013-14 según el ránking de eficiencia sólo cinco viajaron para intentar conquistar el oro: Anthony Davis (4º), DeMarcus Cousins (7º), Stephen Curry (9º), James Harden (12º) y Andre Drummond (15º). Estrellas, pero no los mejores.
A día de hoy esas futuras estrellas de las que hablábamos en el mes de agosto se han convertido en la realidad de la NBA. Dominan las estadísticas y, salvo por el espectacular primer mes de Marc Gasol, lideran la carrera por el MVP. Del Top-10 de jugadores que para NBA.com luchan por el galardón cinco ganaron el Mundial este verano: Davis (2º), Curry (3º), Harden (5º), Klay Thompson (6º) y Cousins (8º). Y en el ránking de eficiencia de esta temporada cuatro están entre los cinco mejores: Davis (1º), Cousins (2º), Curry (3º) y Harden (5º).
Candidatos. Sus actuaciones individuales, además, se traducen en victorias de sus equipos. Salvo los Pistons de Drummond y los Pelicans de Davis, todos tienen balance positivo: DeRozan y sus Raptors lideran la Conferencia Este por encima de los Bulls (Rose), mientras que Golden State (Curry y Thompson) y Houston (Harden) acechan el primer puesto del Oeste que ahora mismo tiene Memphis.
El Mundial de España ha tenido sobre el Team USA un efecto parecido al que tuvo el de Turquía en 2010. Aquel año Durant ya era de los mejores, pero Rose, Russell Westbrook y Kevin Love aún no estaban en la élite. En 2011 Rose ya fue MVP y los otros dos entraron en el Top-10 de eficiencia.