Una vez que haya quedado atrás la triple jornada del Día de Acción de gracias, la NFL se enfoca al fin de semana, en el que destaca el encuentro entre Nueva Inglaterra y Green Bay, que a estas alturas luce como el posible choque por el Trofeo Lombardi el próximo 1 de febrero en Glendale, Arizona, casa de los Cardenales.
Con 7 victorias consecutivas los Patriotas se han colocado con marca de 9-2, al frente de la división este de la americana, y de la conferencia en general, disipando una serie de rumores que indicaban que la combinación Bill Belichick-Tom Brady se había hecho vieja, y que requería de cirugía mayor.
Con una victoria más en la campaña, Nueva Inglaterra llegará a 12 años consecutivos con por lo menos 12 triunfos, para la segunda racha más larga de este tipo. La lista es encabezada por San Francisco, con 16 temporadas, entre 1983 y 1998. Lo realizado hasta ahora por los Patriotas no tiene mácula, ya que le han ganado sus últimos 3 partidos a contendientes como Denver, Indianápolis y Detroit, por un margen de al menos 22 puntos. Nueva Inglaterra posee el ataque más fructífero de la liga con 357 unidades, al tiempo que con 354, los Empacadores vienen segundos.
Green Bay tiene marca perfecta en casa, 5-0, con 8-3 encabeza el norte de la nacional, y luce sumamente balanceado en sus líneas. Aaron Rodgers es de nuevo la piedra angular de la franquicia, con un notable desempeño en las jornadas recientes, principalmente en el Lambeau, con Eddie Lacy como un gran complemento por tierra, mientras que han ajustado a la defensiva, colocando en la parte interna a Clay Matthews con el que han ganado solidez.
Como principales rivales para arrebatarles el primer sitio en la siembra, los Patriotas tienen a Denver (8-3), al que ya vencieron, mientras que con 7 victorias aparecen 7 escuadras, todos los integrantes del norte, Cincinnati, al que en realidad se le debe acreditar medio triunfo más por el empate ante Carolina, Baltimore, Pittsburgh y Cleveland, además de Indianapolis, Kansas City y San Diego. De todos ellos, Nueva Inglaterra sólo se medirá con los Cargadores.
En cuanto a los Empacadores, vienen un juego detrás de Arizona, cuya producción ofensiva se ha visto disminuida con la lesión de Carson Palmer.
Y aunque todavía falta mucho por jugar, en caso de darse el Super Bowl entre Nueva Inglaterra y Green Bay, sería la segunda versión entre ambos, tras haber chocado a principios del ’97 en la edición 31 en Nueva Orleans.