El viejo Salón de la Fama del Beisbol de Cuba, inactivo desde 1961, renace ahora de sus cenizas, como el ave fénix. Y en estallido tan rimbombante como internacional, declaran a Fidel Castro la figura más importante de este deporte en la isla, al otorgarle el Premio Nacional del Beisbol en su primera edición. Se trata de la máxima distinción cubana de la especialidad.
La noticia, desde luego, hubiera sido la reapertura de esa casa de los inmortales cubanos del beisbol, puesto que elevarán en la ceremonia inicial a 10 valiosas figuras, pero lo de Fidel le quita espacio.
Dividieron a los elegidos en dos partes iguales, cinco que figuraron entre 1871 y 1960, y los otros desde 1961 a 2014. Los primeros, el umpire Amado Maestri y los peloteros Esteban Bellán, Camilo Pascual, Orestes Miñoso y Conrado Marrero. El resto: Omar Linares, Orestes Kindelán, Luis Giraldo Casanova, Antonio Muñoz y Braudilio Vinent.
El comisionado del beisbol en Cuba, Heriberto Suárez, fue quien anunció la incorporación de Fidel al Salón la Fama del Beisbol con ese título especial. Y explicó: “Fidel ha sido toda su vida un amante frenético de este juego, y ha brindado un decisivo y extraordinario aporte para el desarrollo del deporte en el país”.
También señaló Suárez que el beisbol será declarado oficialmente “patrimonio cultural inmaterial de la nación”.
Ese Premio Nacional del Beisbol es titulado “Martín Dihigo”, y se otorgará anualmente, siempre que se considere a alguien merecedor. Dihigo, nativo de Cuba, ha sido el mejor jugador de beisbol nacido en Latinoamérica, pero nunca pudo jugar en Grandes Ligas por ser negro. Fue elevado, sin embargo, al Hall de la Fama de Cooperstown en 1977 por sus méritos en las Ligas Negras de Estados Unidos.
La información oficial señala que “un tribunal formado por investigadores, periodistas y narradores deportivos” se ocupa de la elección para el Salón de la Fama cubano, pero no se revelaron esos nombres ni se precisó cuándo será inaugurada esa sede para los más brillantes personajes de la pelota; pero sí informaron dónde la construirán, en el antiguo Vedado Tenis Club, hoy Círculo José Antonio Echeverría, La Habana.
En 1960, Fidel Castro eliminó en Cuba no solo el beisbol profesional y su Salón de la Fama, sino también a todo deporte que no fuera aficionado.
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