Sentirse solo en uno de los peores equipos de la liga tiene que ser difícil. Y más cuando tienes ya 36 años y parece que la gloria del pasado no se va a repetir. Si no que se lo digan a Kobe Bryant. El escolta ha comenzado la temporada mirando al aro y sin girar la cabeza. Ni lo oculta siquiera. Con pocos años por delante en su carrera deportiva, Kobe se ha propuesto acumular números y dejar de lado a un equipo al que le aún, con su edad, le supera por varios escalones jugando al trote. Por esto está siendo objetivo de muchas críticas, que hablan de su descarado egoísmo como uno de los factores que explican el peor inicio de temporada de la historia de los históricos Lakers. El 1-9 del casillero es la peor marca vista nunca en los de púrpura y oro. Pero Kobe prefiere sus récords a este último.
Esta es la explicación de la forma en la que está jugando el escolta. Tras la última temporada en la que estuvo en el dique seco, se esperaba a un Kobe más pausado y que delegara responsabilidades. Nada más lejos de la realidad, Bryant está acaparando el balón y realizando, en muchas ocasiones, una selección de tiro por la que a muchos jugadores les caería más de una bronca.
En los primeros diez partidos, registra un 37,7% en tiros de campo, los peores números de su dilatada carrera. Su porcentaje de tiros de tres tampoco mejora mucho, puesto que el 28,8% actual es su tercera peor marca, tras el 25% de la 2001-02 y el 26,7% de la 1998-99. Incluso en tiros libres ha dado un bajón, puesto que es el segundo año que baja del 80%, con un 77,8. El porcentaje más bajo que tenía hasta la fecha era de un 79,4% en la campaña 1997-98. Con todo esto, Kobe acumula 224 tiros de campo intentados en los diez primeros partidos, con 92 encestados. Esto le vale para tener el segundo mejor porcentaje en puntos por partido(27,3), pero no para salvarse de las críticas de la prensa norteamericana.
Además, recientemente se ha convertido en el jugador con más tiros fallados de la historia de la NBA, con más de 13.000 fallos y dejando a John Havlicek en segundo lugar. El colmo fue el 1 de 14 que cuajó ante los Spurs esta misma semana.
Lo curioso de estos números es que son bastante similares a los de otro jugador al que encumbran en los Estados Unidos. El rol de hombre de referencia exterior que tiene James Harden en los Rockets le da vía libre en ataque para actuar en consecuencia. Hay una diferencia: Harden no está solo en Houston y no se juega tantos balones como Kobe. Sus compañeros son una garantía y el equipo responde, cumpliendo y superando los objetivos de la franquicia (9-1). Pero también hay una similitud, y es que lo que tira lo hace igual que el jugador de los Lakers. ‘La barba’ tiene un 38,3% en tiros de campo y un 29% en tiros desde más allá de la línea de tres puntos. Lo que salva a James Harden de la quema es que está mucho mejor acompañado y su equipo ha comenzado arrasando en el Oeste. Harden ha tirado menos (183 tiros de campo intentados), pero con el mismo escaso acierto que Kobe (ha metido 70), y acumula 25,5 puntos por encuentro.
Es más, en los últimos partidos Kobe ha sido criticado por sus actuaciones. Sin embargo, James Harden no ha sido objetivo de ninguna de ellas. Pero sus números han sido muy similares. En los últimos cuatro partidos, el veterano escolta ha hecho un 36 de 102 en tiros (35,3%). Harden, por su parte, un 31 de 88 (35,2%). Curiosamente Kobe tiene el mismo porcentaje en tiros de campo que Kevin Love, quien tampoco está en la picota, puesto que no centra los focos en Cleveland.
Las similitudes entre ambos escoltas se recuerdan menos a medida que el equipo de uno se convierte en la antítesis del otro. Mientras uno lucha por salir del pozo y no manchar su historia, el otro pelea por aspirar de una vez por todas por el anillo de campeón.