FILADELFIA -- Allen Iverson quería confirmar si de alguna extraña manera estaba soñando. Tomó una pausa mientras daba su discurso de agradecimiento durante una noche especial y emocional. Se alejó del podio, dio varios pasos sobre la duela, colocó su mano cerca de su oreja, su llamado característico, y el grito del aficionado, que por 12 de los 14 años que vivió en la NBA, le ofreció un respaldo lleno de amor y cariño.
Esa afirmación de aquellos 20,856 fanáticos que llenaron el Wells Fargo Center la noche del sábado después de que Iverson había anunciado su retiro del baloncesto el pasado 30 de octubre validó que todo fuese una realidad.
El 11 veces Todo Estrella logró ver su camiseta número 3 elevarse al techo del pabellón, junta a la de Wilt Chamberlain (13) , Julius "Dr.J" Erving (6), Charles Barkley (34), Maurice Cheeks (10), Hal Greer (15), Bobby Jones (24) y Billy Cunningham (32).
Pero al mismo tiempo, la ceremonia celebrada durante el receso del medio tiempo del partido de los Sixers ante los Washington Wizards fue amarga y dividió su alma porque ya sabía que jamás iba a vestir una camiseta profesionalmente tras ser el primer jugador seleccionado en el draft del 1996 por Filadelfia.
"Como que básicamente es agridulce. Sabes que se siente bien pero uno parte de mi corazón porque he realizado y entendido que se acabó", afirmó Iverson.
Coraje, resistencia, dureza, corazón y fortaleza fueron algunas las palabras que usaron estrellas del baloncesto con LeBron James, Carmelo Anthony, Dwayne Wade y su ex entrenador Larry Brown para definir el legado de Iverson, un base de seis pie que noche tras noche jugó como un gigante.
Iverson regresó a la ciudad que lo adoptó y lo vio crecer como hombre.
Lideró a Filadelfia a las Finales del 2001, la misma temporada en la cual ganó el galardon del Jugador Más Valioso de la liga, y anotó un récord 178 puntos en la serie que duró cinco partidos. En los 22 partidos de esa postemporada, tuvo un promedio de 32.9 puntos, 6.1 asistencias, 4.7 rebotes y 2.36 robos de balón en 46.2 minutos.
Pero en diciembre del 2006, los Sixers y Iverson tuvieron un divorcio y fue canjeado a los Denver Nuggets. Pasó por Detroit durante la campaña del 2008-09 y fichó con Memphis al inició de la siguiente temporada.
Sin embargo, ver a Iverson en otra camiseta que no fuese de los 76ers siempre fue raro. El hijo regreso a su casa en diciembre del 2009 y jugó su último juego en la liga el 20 de febrero en Chicago.
Aunque llegó a ganar casi 150 millones, ahora no pasa por su momento económico más boyante.Toda una demostración de la 'cabeza' que tenía uno de los mejores jugadores que han visto las canchas de la NBA. "Es un jugador especial. Creo que Iverson comenzó a crear escuela en la NBA.
Si miras a los jóvenes jugadores pequeños de ahora, Chris Paul, Lillard, etc..pienso que Iverson era el jugador que ellos querían ser, su fuente de inspiración para ser las estrellas que son ahora", explicaba el comisionado Adam Silver.
Allen era un jugador especial", dijo el comisionado Adam Silver. "Las grandes cosas que hizo para la liga superan con creces el dolor de cabeza ocasional. Siempre he pensado incluso en el momento de la prominencia de Allen Iverson en la liga, fue representante de su generación ".
Otra cosa divertida: Como regalo de despedida, el equipo dio Iverson un barco de pesca diseñado a medida, porque eso es lo que él dijo que pensaba hacer con su jubilación.
