En el año 2010 los dueños de los Golden State Warriors pagaban 450
millones de dólares por la franquicia de la bahía de San Francisco. En menos de
tres años el equipo vale casi el doble. Un equipo que se revaloriza en la pista
y en los despachos.
Según publica ESPN el valor actual de los Warriors
es de 800 millones de dólares, una valoración que llega gracias a la entrada de
Mark Stevens en el equipo. El inversor de Silicon Valley ha comprado una
participación libre dejada por Ranadive, obligado a vender al
adquirir el 72% los Sacramento Kings por 550 millones.
Los Warriors tienen pensado construir un nuevo pabellón para la temporada
2017-2018, algo que añade valor a la franquicia, unido a que la
temporada pasada consiguieron un buen año en lo deportivo: el mejor curso desde
1977. La llegada de Iguodala para jugar
junto a Curry, Thompson y Lee marca los cimientos de un equipo con aspiraciones a lo más alto.
En las taquillas consiguieron 38 llenos el curso pasado y gracias a un
aumento de 3.000 aficionados más, rozan los 14.000 abonados anuales. Una buena
estructura en los despachos, junto a un proyecto deportivo y económico sólido,
ha conseguido que los Warriors valgan más que nunca.
Marca.com