
DALLAS -- Jeffrey Loria exudaba satisfacción por las recientes contrataciones de José Reyes y Heath Bell por los Marlins de Miami y parecía aún más feliz por la posible incorporación de un "gran" toletero, como dijo cuando los periodistas le preguntaron sobre Albert Pujols entre otros.
"Quiero que nuestro equipo sea importante", manifestó el lunes el propietario de los rebautizados Marlins de Miami en el inicio de la reunión invernal de las mayores. Loria intentó salir rápidamente de la rueda de prensa en que Bell habló de su nuevo cariño por el equipo y de volver a jugar con Reyes. Los periodistas lo interceptaron, ansiosos por saber quién más estaba en su mira: Pujols, C.J. Wilson, Mark Buehrle...
Los Marlins, lejos de transferir a sus estrellas, se han vuelto la mayor figura del mercado en el receso de la temporada, sobre todo por su nuevo estadio en
Al concretar el acuerdo con Bell por 27 millones de dólares y tres años, los Marlins se aseguraron un cerrador estelar. El contrato con Reyes por 106 millones y seis años está pendiente de un satisfactorio examen físico.
Al describir a Reyes como un "joven que entusiasma" y a Wilson como un "tipo muy inteligente y muy interesante", Loria dijo que los Marlins pueden ser un equipo ganador en su estadio de techo retráctil cerca del centro de Miami.
Pujols, uno de los grandes toleteros disponibles en el mercado que ya visitó el nuevo estadio, se uniría a Hanley Ramírez, Mike Stanton y Logan Morrison en el orden al bate, si es que el tres veces Jugador Más Valioso de
"¿Un gran bateador?", se preguntó Loria alzando la voz, mientras su anillo de
Los Yanquis de Nueva York y los Medias Rojas de Boston --que tradicionalmente traen la cartera más abultada en las contrataciones-- se movían con cautela. Texas podría tratar de retener a Wilson luego que éste le ayudó a quedarse a un strike de su primer título de Serie Mundial. "Básicamente consideramos que vamos a sopesar el mercado", indicó el gerente general Jon Daniels.
Los Mets, con tres fojas perdedoras en tres temporadas y sumidos en pérdidas por el fraude de Bernard Madoff, decidieron reducir la nómina salarial de 140 millones a 100 millones de dólares el año venidero. El gerente general Sandy Alderson dijo que el equipo perdió 70 millones, sin precisar si todo corresponde a este año.