La hora de la venganza...

Dallas Mavericks llega al sexto partido de la final con el recuerdo de la ocasión perdida en el 2006.

Aunque sólo Terry y Nowitzki quedan de aquella derrota, ya se han encargado de hacerles llegar a sus compañeros lo que significa perder una final.

Terry aún tiene en la cabeza esa canasta fallada: “Lo recuerdo a veces en medio de la noche y otras veces es lo primero que pienso cuando me despierto".

Tampoco se olvida el de los Mavericks de la celebración de los Heat: "Me caía el confeti por la cara, veía como celebraban la victoria con Champagne y todo eso".

Los texanos tiene la opción de que eso no vuelva a ocurrir. Si vencen el sexto partido se proclamarían campeones. Algo que añade una motivación especial a Nowitzki, al margen de la polémica por la imitación de Wade y Lebron de su enfermedad: "Esto no me va motivar más.

Estamos en las Finales de la NBA. Si necesitas más motivación que poder ganarlas, entonces tienes un problema".

Problemas son lo que tiene Miami. Sólo puede ganar o ganar. Wade llega tocado de la cadera del partido anterior y aunque no es duda, las molestias pueden influir en su rendimiento.

La otra referencia de los 'Beach boys', LeBron James, atraviesa un mal momento de forma. Tras cinco partidos en las finales aún no ha deslumbrado y se le nota resignado: "Hice un triple doble el otro día y para mucha gente fue un mal partido". Si James quiere pasar a la historia de la NBA, ahora es el momento.


MJ