
La belga Kim Clijsters aplacó la revolución china, representada por Na Li (3-6, 6-3 y 6-3), a la que privó de la conquista del primer Grand Slam para el tenis asiático en elAbierto de Australia, que se dirigió a su particular cosecha de grandes éxitos, el primero al margen de Nueva York.
Clijsters, que saldrá del Melbourne Park como segunda jugadora del mundo y con 2,200.000 millones de dólares australianos hacia su cuenta corriente, echó el cierre a su relación de frustraciones, aunque todas gestadas antes de su temporal retirada en el 2007. La octava final grande supuso a la belga la conquista de Australia.
Malparada del primer Grand Slam del curso en el 2004, igual que de Roland Garros (2001 y 2003) y el Abierto de Estados Unidos (2003), que conquistó después en tres ocasiones (2005, 2009 y 2010), frustró el sueño chino. A Na Lino le dio para superar a su adversaria.
Al contrario de lo que ocurrió en la final de Sydney semanas atrás, cuando la jugadora china remontó una clara ventaja de su adversaria, la cancha Rod Laver Arena contempló la resurrección de la jugadora de Bélgica, que cedió, no obstante, su primer set en todo el torneo.
MJ