“Estamos preparados para continuar registrando crecimiento a largo plazo, que a su vez es sostenible y rentable”. Así se ha expresado Mark Parker, presidente y consejero delegado de Nike, tras desvelar que la multinacional estadounidense cerró su primer trimestre con una facturación de 8.500 millones de dólares (7.579 millones de euros) entre junio y agosto.
Esta cifra es un 5% superior a la del mismo periodo del ejercicio anterior, aunque el crecimiento una vez neutralizado el impacto de las divisas sería del 14%, según ha precisado la compañía de ropa y equipamiento deportivo. El beneficio neto se dispara un 23% y alcanza los 1.200 millones de dólares (1.070 millones de euros), que Parker ha atribuido al aumento del precio medio de venta y el mayor margen que ofrece la venta directa al consumidor.
Además, tal y como admite la compañía, el hecho de que el año pasado se celebrara el Mundial de Brasil de fútbol obligó a una inversión extraordinaria en activación del consumo, lo que ha hecho que esta partida se recorte ahora un 7%, hasta los 832 millones de dólares (741,8 millones de euros).
Pese a ello, se ha conseguido que el aumento del gasto crezca a un ritmo inferior al de la facturación, con un crecimiento del 4% tanto en la partida de aprovisionamientos, con 4.419 millones de dólares (3.940 euros) millones de euros), como en la de costes operativos y ventas, con 2.577 millones de dólares (2.297 millones de euros). En este sentido, aseguran que se ha hecho una inversión importante en la infraestructura tecnológica para mejorar la experiencia de compra online.
El mayor ritmo de crecimiento de la multinacional de Oregón lo ha impreso con su marca principal, Nike, que crece un 6% interanual (+15%, neutralizada la fluctuación monetaria) y alcanza los 7.898 millones de dólares (7.042 millones de euros). Converse, en cambio, retrocede un 3% en los primeros tres meses (+3%, neutralizado) y cae a 555 millones de dólares (494,8 millones de euros).
Por segmentos de negocio de la marca Nike, el único en el que ha sufrido una caída de su negocio es en la de equipamiento, que cae un 10%, hasta los 408 millones de dólares (363,8 millones de euros). Esta situación ha sido mitigada por la división de calzado, que vendió un 9% más, hasta los 5.123 millones de dólares (4.568 millones de euros), y la de prendas técnicas y moda, con una mejora del 5% hasta los 2.341 millones de dólares (2.087 millones de euros).
Por mercados, Norteamérica (EEUU, Canadá y México) sigue concentrando el grueso del negocio con 3.799 millones de dólares entre junio y agosto, lo que supone un alza interanual del 8%. En Europa, el vaivén de las divisas provoca que lo que sería una mejora de doble dígito se traduzca en un retroceso del 4% en los países de la zona Occidental, con 1.641 millones de dólares (1.463 millones de euros), y un ligero avance del 2% en Europa Central y del Este, con 401 millones de dólares (357,5 millones de euros).
En China, pese a la incertidumbre sobre su economía, Nike ha conseguido disparar un 30% sus ventas al calor del boom de la práctica deportiva en el gigante asiático, hasta los 886 millones de dólares (790 millones de euros). En Japón, el negocio sube un 12% y alcanza los 179 millones de dólares (159,6 millones de euros) en el primer trimestre, mientras que la actividad en los países emergentes mejora un 3%, hasta los 966 millones de dólares (861 millones).
Las perspectivas para el trimestre en curso confirman las valoraciones de Parker sobre el futuro de Nike, ya que los pedidos que deben entregar en estos tres meses son un 9% superiores a los del mismo periodo de 2014. Destacan Norteamérica (+14%), China (+22%) y Japón (+12%), mientras que en Europa se prevé un tímido repunte y los problemas de países como Rusia o Brasil quedan reflejados en la agrupación de emergentes, donde se prevé una caída del 11%.
